Maduración: El último paso para el éxito
Lograr una buena maduración de nuestra fruta de exportación, es el paso final de las acciones a realizar en la etapa de precosecha. Este proceso fisiológico ocurre en la llamada Etapa III de Desarrollo del fruto, y consta de procesos como la coloración de la fruta (generación de pigmentos y degradación de clorofila), aumento de sólidos solubles (transformaciones de carbohidratos acumulados en la fruta), disminución de la acidez e inicio del ablandamiento del fruto.
Aunque los 3 primeros procesos son deseados para lograr una fruta atractiva para su comercialización, el cuarto proceso de ablandamiento se intenta disminuir para lograr una mejor calidad poscosecha. Lamentablemente, estos procesos ocurren en forma simultánea y dependen de diversos factores, algunos de ellos que se determinan muy temprano en la temporada, por lo que una buena planificación de todos los manejos y un buen monitoreo del riego, fertilización, uso de bioestimulantes y fitorreguladores es fundamental para los objetivos deseados.
Lo primero que hay que tener en consideración son los factores básicos que determinan una buena maduración y una buena calidad de fruta:
La Variedad, el sistema de Conducción y las condiciones ambientales, son los factores de menos control por parte del productor en cada temporada. El potencial productivo y la calidad de la fruta son propios de cada variedad, por lo que al elegir una variedad en particular debemos estar conscientes de sus ventajas y desventajas. El sistema de conducción se puede elegir normalmente sólo una vez, por lo que es muy importante tomar esta decisión con la mayor cantidad de antecedentes posibles. Por último, las condiciones ambientales durante la temporada son relativamente estables en un mismo sitio, aunque pueden ocurrir eventos inesperados. Para estos casos se debe contar con planes de acción para situaciones particulares, como por ejemplo: qué hacer en caso de una primavera más fría o más cálida de lo normal, qué hacer con lluvias fuera de época, entre otros.
Donde ya podemos tener más incidencia en la producción de cada temporada es cuando hablamos del tema riego, fertilización, uso de bioestimulantes y reguladores de crecimiento y regulación de carga. En este caso, es muy importante entender que para lograr producir fruta de excelente calidad y que esto se logre año tras año, hay que dejar de lado las recetas o programas tipo. El aporte hídrico y de nutrientes, el uso de bioestimulantes, aminoácidos y reguladores de crecimiento, y el nivel de carga y por consecuencia los kilos producidos, debe ser ajustado cada temporada a la condición de la planta y las condiciones ambientales teniendo siempre muy presente la fisiología vegetal. Y en es en este punto donde radica el éxito en la producción de fruta de calidad: Conocer la fisiología y cómo ésta se ve afectada por los distintos factores de estrés que surgen, de manera que utilizando las herramientas disponibles podamos mantener el funcionamiento interno de la planta en un nivel óptimo, intentando no reducir su potencial productivo.
AGUAà La esencialidad de un buen aporte hídrico durante todo el desarrollo del cultivo es básica para lograr un buen funcionamiento de las plantas. Todos los tejidos de las plantas son susceptibles a deshidratación, y la recuperación de un estrés de este tipo es altamente desgastante y requiere un alto uso energético. De aquí la importancia, por ejemplo, de evitar que el suelo se sequé durante o a fines del inverno.
Igualmente importante es llevar un adecuado control del contenido del agua en el suelo y la demanda hídrica en cada momento, d manera de intentar reducir al mínimo los periodos de escasez hídrica; estos periodos no se dan solamente cuando disminuye el agua en el suelo, sino que también durante el periodo del riego en que el suelo queda saturado y la planta es incapaz de absorber agua por falta de oxígeno. Es por esto, que en periodos críticos, como por ejemplo la etapa de alta división celular en frutos, lo ideal sería regar durante la tarde-noche, de manera que cuando en el día las temperaturas lleguen a las máximas, ya se haya desaturado un poco el suelo.
Con respecto a este mismo punto, y considerando de igual manera que la raíz es un órgano vivo, y así como necesita agua necesita aire, es importante evitar regar en exceso, ya que se provocará asfixia, lo que también es un estrés para la planta del que se deberá recuperar.
NUTRIENTES à Aunque parezca increíble, la calidad de la fruta y su vida en poscosecha se ve más afectada por el exceso de fertilización que por la falta. Partiendo del punto que los suelos chilenos son naturalmente muy fértiles, muchas veces los aportes inadecuados de fertilizantes tienden a desequilibrar el aporte de nutrientes a nivel radicular generando deficiencias de algunos nutrientes y excesos de otros. Además, las plantas son sumamente eficientes en absorber los nutrientes que necesita, pero si el medio está con algún nutriente muy alto es muy difícil que la planta pueda evitar absorberlo. En general, los mayores problemas asociados a la maduración que dependen de nutrientes están dados por excesos de Nitrógeno y/o deficiencia de Potasio, y en algunos casos deficiencia de Magnesio.
AMINOÁCIDOS y BIOESTIMULANTES à Este tipo de producto son una tremenda alternativa para poder ayudar a las plantas frente a condiciones de estrés. Lamentablemente, su uso se ha vuelto indiscriminado llegando en ocasiones a generar más problemas que beneficios. Esta situación se da principalmente debido a que, a simple vista, no se logra observar efectos negativos al utilizarlos en forma excesiva. Sin embargo, a nivel fisiológico se provocan alteraciones en las relaciones fuente-sumidero y en el metabolismo de la planta. Este tema es largo de desarrollar, pero en pocas palabras se podría indicar que los bioestimulantes debiesen ser usados cuando las condiciones ambientales no son favorables para el buen funcionamiento de la planta y los aminoácidos cuando se requiera facilitar la síntesis de compuestos orgánicos, disminuyendo la demanda energética o para acelerar la partida de algunos procesos fisiológicos, por ejemplo en huertos decaídos o con mucha carga, inicio de Brotación, etc.
REGULADORES DE CRECIMIENTO à en el proceso de maduración es común el uso de precursores de Etileno o de Ácido Absicico. Sin embargo, no se le ha dado uso a otro regulador de crecimiento que tiene muchos más efectos positivos y menos efectos negativos que los anteriormente nombrados, los BRASINOESTEROIDES. Como se puede observar en la figura 3, los brasinoesteroides se comienzan a sintetizar en la etapa II de desarrollo de fruto que corresponde a la de elongación celular y su efecto es mucho más prolongado durante la etapa III. Estudios realizados en Chile con el producto B-2000, han demostrado que aplicaciones tempranas contribuyen a mejorar el crecimiento de los frutos en momentos en que el uso de giberélico o citoquininas ya no es efectivo, y mejora el inicio de la maduración (generación de pigmentos, aumento de sólidos solubles) sin los efectos negativos de senescencia que produce el etileno o el ABA.
NIVEL DE CARGA -> A pesar de tener todos los otros factores anteriormente controlados, hay ocasiones en que la maduración de la fruta no es lo esperado. Existe gran cantidad de estudios e investigaciones, en las que se señala, para diferentes cultivos, el área foliar mínima para lograr un buen desarrollo y maduración de la fruta en diversas especies. Una planta con exceso de carga con respecto a su superficie foliar fotosintéticamente activa, no será capaz de lograr una buena maduración de sus frutos. Esta situación se evidencia cuando la maduración viene muy lenta y se hace una pasada de cosecha (floreo), que al descargar la planta permite que se llegue a un equilibrio y se consiga finalmente la maduración. Sin embargo, es muy importante tener siempre presente, que lo perdido en ese tiempo en que la planta no estuvo en su óptima condición, no será nunca recuperado, y repercutirá en la calidad de la fruta cosechada o en la producción de la siguiente temporada.
Una plantación frutal con fines comerciales, debe producir sólo lo que es comercialmente interesante, y se debe fomentar el desarrollo del área foliar justo y necesario para producir los que se espera. Todo crecimiento extra, significa un costo energético innecesario e irá en desmedro del desarrollo y calidad de la fruta que esperamos producir.
Para mayor información, no duden en contactarnos, contamos con una amplia gama de servicios agrícolas para diagnosticar y evaluar la condición de su huerto, y de productos de especialidad para los diferentes puntos críticos que presente su producción.
CODAMIN RADICULAR: Aminoácidos específicos para raíz. Estimulan el desarrollo de raicillas y pelos absorbentes aumentando la superficie de absorción del sistema radicular. No contiene Auxinas.
QUICK-SOL: Formulado alto en silicio, microelementos y ácidos orgánicos que mejora la constitución de paredes celulares, disminuye la deshidratación de tejidos y mejora la maduración de sus frutos.
CODAFOL K35 ACID: Fertilizante potásico de formulación levemente ácida para aplicación en inicio de maduración.
B-2000: Precursores de Brasinosteroides de origen vegetal, único producto de su tipo registrado como fitorregulador. Mejora el tamaño y la calidad de sus frutos.
María Paz Rosés Dietz
Ing. Agr., Ms. Cs.
Fisiología y Nutrición Frutal
AGROINTEGRAL